domingo, 22 de febrero de 2009

EL LIBRO DEL CORDERO


“TOMA, Y CÓMELO, Y
TE AMARGARÁ EL
VIENTRE, PERO EN
TU BOCA SERÁ DULCE
COMO LA MIEL”.
Apocalipsis 10:9

UNA NEOCORTEZA CEREBRAL UNIVERSAL

Las tecnologías de la información y la comunicación se están convirtiendo en una valiosa herramienta para demoler las fronteras que dividen y debilitan a la humanidad. Cada vez son más los seres humanos que pueden compartir sus pensamientos, sentimientos, tradiciones, costumbres y en general su manera de ver el mundo sin que las divisiones políticas y nacionalismos constituyan un obstáculo difícil de salvar.El estado de cosas actual nos permite vislumbrar la cercana constitución de la aldea global en la que todos los seres humanos podamos enriquecer nuestro espíritu con el hermoso abanico multicolor de nuestras diferencias culturales. Después de todo, todos somos uno y lo mismo: La humanidad.

GESTACION DE LA DIVINIDAD

El Universo está constituido por un complejo entramado de fenómenos naturales de los que la Humanidad es capaz de descubrir y formular principios científicos que le permiten predecir sus comportamientos y hasta reproducir en su propio beneficio aquellos que le son útiles a sus propósitos existenciales. La naturaleza humana, como parte del universo, también está entretejida de regularidades, que sin ser fatales ni mecánicas, presentan una estructura lógica, en que se ponen de manifiesto ciertas inclinaciones predominantes en el comportamiento del ser humano y que le permiten inferir y adoptar principios como guías que orientan su desarrollo y realización. Estos principios que orientan el comportamiento racional del ser humano pueden ser descubiertos por cada uno de nosotros, con ayuda del sentido común y de nuestros semejantes. El autoconocimiento, de cada mujer y cada hombre, es una condición indispensable para que la Humanidad pueda asumir el privilegiado papel que le toco en la creación. Todo ser humano debe estar preparado para participar conscientemente en la construcción de la omnipotencia de la Humanidad.

SISTEMA NERVIOSO DEL COSMOS

Todos los seres humanos tenemos el poder para compartir nuestros pensamientos, sentimientos, sensaciones, emociones, proyectos, aspiraciones, etc. Este intercambio de significados e interpretaciones con los demás nos complementa y nos confirma como el sistema nervioso del cosmos. Los sistemas informativos electrónicos se están convirtiendo en una nueva corteza cerebral colectiva que esta articulando progresivamente la neo corteza cerebral de todos y cada uno de los seres humanos creando una tendencia a la homogeneización de aspiraciones, valores, lenguajes y cosmovisiones que terminarán dando cohesión planetaria y cósmica a la especie humana.

LA CONQUISTA DE LA OMNIPOTENCIA

El sentido existencial de la Humanidad es la conquista de la omnipotencia, la omnisapiencia y la omnipresencia. La Humanidad es sistema nervioso de un universo que cobra conciencia para construir su propio destino.

AMA Y HAZ LO QUE QUIERAS

Hace más de dos mil años un filósofo y filántropo judío llamado, Jesús, trajo un mensaje de amor a la humanidad. El amor bien entendido es un sentimiento que mueve a quiénes lo experimentan a estar dispuestos a dar lo mejor de sí mismos para construir la felicidad de sus semejantes. El amor engloba los valores y actitudes que permiten que los seres racionales, libres, sociales, históricos, creativos puedan llenar el molde de lo humano. Si todos aprendiéramos a amarnos los unos a los otros no habrían amos ni siervos en este planeta: cuna de la Humanidad. Después de todo, todos somos uno y mismo: La humanidad.

SOLO SE EL QUE ERES

Las mujeres y hombres somos seres que nacemos en la animalidad y luchamos durante toda nuestra vida por alcanzar la plena humanización por medio de la educación y la convivencia con nuestros semejantes. Todos nacemos del vientre de nuestras madres con potencialidades para llenar el molde de lo humano, pero sólo algunos abren sus oídos a la dulce voz de la razón y renacen de la matriz social plenamente humanizados.

LA NUEVA MORAL

En estos días de diciembre, recordamos con mayor afán a un ser humano pleno llamado, Jesucristo. Quién aún hoy nos hace reflexionar sobre la conveniencia de construir una nueva moral que deje de tener como base la explotación, la miseria, la enajenación y la injusticia. Una nueva moral que tenga como base el pleno respeto de los derechos humanos, ese catálogo de prerrogativas sin las cuales un ser humano no puede alcanzar su plenitud.

Una condición necesaria para la construcción de la nueva moral es la eliminación del sistema monetario, en virtud, de que en los contextos que genera se crea un modelo de esclavitud en que los cepos, grilletes y cadenas han sido sustituidos por la deuda , el interés y la inflación.

METAMORFOSIS HUMANA

En estos días, siempre recuerdo algunas de las sabias expresiones de Jesucristo, como la que dice: " El único demonio del que el hombre debe ser redimido, es su ser inferior. Si el hombre desea encontrar a su enemigo debe mirar dentro de él; su nombre es el ser inferior". Hoy día, ya liberado de la influencia del adoctrinamiento religioso de mi infancia, me he permitido interpretar que el ser inferior al que se refiere, Jesucristo, es el ser ignorante de la auténtica naturaleza humana y de las cosas, que habita dentro de todos los seres humanos al nacer, y que va transformándose durante toda la vida, por medio de la educación humanizad ora y el contacto con sus semejantes, en un ser superior: el ser plenamente humanizado.

LEYES DE LA NATURALEZA

Nuevamente parafraseando a Jesucristo: "Las leyes de la naturaleza son las leyes de la salud y el que vive de acuerdo a esas leyes nunca está enfermo. El pecado es la transgresión de esas leyes, y el que peca está enfermo". Haciendo una interpretación bien intencionada de la expresión anterior, la naturaleza a diseñado al ser humano como un ser multidimensional (ser vivo en un sistema ecológico, racional, libre, social, creativo, político, histórico, sexuado, etc.) que debe conocerse así mismo y a su entorno, como una condición indispensable, para evitar caer en errores, abusos o impertinencias. Haciendo una analogía con una computadora, si no conocemos sus propiedades no podremos usarla convenientemente. Si actuáramos de acuerdo con las leyes de la naturaleza dejarían de existir la explotación del hombre por el hombre, las enajenaciones religiosas, los etnicismos y nacionalismos a ultranza. La especie humana estaría unida para enfrentar los verdaderos problemas que la amenazan.

ME INVENTO A MI MISMO

A pesar de que somos seres libres, es decir seres con el poder de elección, casi siempre nuestras motivaciones para actuar son producto del poder de elegir de personas que nos han precedido en la grandiosa experiencia de vivir, pero que como todo ser que se atreve a ejercer su libertad es susceptible de equivocarse, por lo que resulta conveniente no aceptar esos modelos de comportamiento sin someterlos previamente a una profunda reflexión para saber si son convenientes o no. Pero sin caer en la irracionalidad de querer llevar la contraria a lo que nuestra conciencia nos dice que es bueno, conveniente, positivo, justo por no atentar contra la dignidad humana.
Reflexionando sobre los ecos de mi daemonion, me pregunto; será conveniente tener un amo, un líder, un legislador o un pastor al cual debamos seguir ciegamente, como si en lugar de ser seres libres, fuéramos autómatas...¡Claro que no, ni lo será jamás entre seres racionales críticos! Todo ser humano tiene derecho a hacer sus propias elecciones y a construirse a sí mismo. Todo ser humano debe ejercer su propia capacidad para inventar y elegir nuevas posibilidades siempre de manera responsable e informada. Sin olvidar jamás que, la libertad es la facultad que amplía todas nuestras demás facultades, como dijera Emmanuel Kant.

SOY UN SER HISTORICO

Todos los seres humanos tenemos el poder para comprender y transformar la realidad sociocultural en que nacimos y que ha sido construida por hombres y mujeres, que en múltiples ocasiones no llenaban el molde de lo humano, en todas aquellas cosas que son contrarias a la auténtica naturaleza humana y que impiden el pleno desarrollo y realización de la Humanidad. Todos juntos debemos construir una realidad sociocultural en la que todos nos reconozcamos y respetemos la misma dignidad y derechos.

SOY UN SER COSMICO

Los seres humanos tenemos el poder para asumirnos como el sistema nervioso de un universo de vibraciones cuánticas a las que sabemos dar forma y sentido. Somos el producto de la evolución de un universo que despierta a la conciencia de sí mismo. Somos una Entidad que lucha por construir su omnipotencia, omnipresencia y omnisapiencia. Somos una especie destinada a poblar todos los rincones del Cosmos con facultades potenciadas por nuestra ciencia y tecnología.

SOY UN SER SEXUADO

Los hombres y las mujeres tenemos el poder para reconocer y aceptar que nuestras diferencias anatómicas y fisiológicas nos complementan y posibilitan la perpetuación de nuestra grandiosa especie y de reconocernos recíprocamente la misma dignidad y derechos. Esta facultad nos permitirá multiplicarnos y poblar el Cosmos.

SOY UN SER INDIVIDUAL

Como seres humanos tenemos el poder para asumirnos, en lo individual, como seres únicos e irrepetibles, que si bien compartimos una misma naturaleza humana, cada uno de nosotros tiene su propia identidad e individualidad que le permite tener su propia manera de ser, pensar, sentir y actuar, pero como seres racionales tenemos el compromiso de saber armonizar lo individual y lo colectivo teniendo en cuenta siempre que, todos somos uno y lo mismo: La humanidad.

SOY UN SER CREATIVO

Los seres humanos somos capaces de imaginar posibilidades inexistentes para resolver los múltiples problemas que nos plantea la realidad. Esta facultad nos permite ir venciendo paulatinamente el mar de determinismos en que navega nuestra libertad, aún sin que la mayoría de nosotros tengamos conciencia del puerto al que nos dirigimos. Este estado de cosas hace imprescindible identificar el sentido existencial de la humanidad y la concienciación de todo hombre y mujer de la importancia de su participación en la cristalización de la maravillosa misión que tenemos como especie. Después de todo, todos somos uno y lo mismo: La humanidad.

SOY UN SER SOCIAL

Este rasgo se manifiesta en el poder para conocerse, reconocerse y aceptarse como parte de la humanidad con todos los compromisos que esto implica. Los seres humanos nacemos, crecemos nos reproducimos y morimos físicamente entre nuestros congéneres, solamente conviviendo con nuestros semejantes podemos desarrollarnos y realizarnos. Solamente viviendo entre nuestros semejantes podremos llegar a humanizarnos plenamente y alcanzar la inmortalidad de nuestros genes y de nuestras ideas.
El ser humano nace del vientre materno con potencialidades que solamente puede actualizar plenamente con la ayuda de otros seres humanos. El individuo que ha descubierto su naturaleza social no puede como ser racional y libre que es, atentar con sus actos contra la humanidad porque atentaría contra sí mismo, lo cual lo rebelaría como un ser irracional.
Todos los seres humanos tenemos el poder para aceptarnos y reconocernos como partes integrantes de la Humanidad con todos los compromisos y privilegios que esto implica. Los seres humanos nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos físicamente entre nuestros congéneres. Solamente entre éstos podemos alcanzar la plenitud humana, y aspirar, como individuos, a la inmortalidad, en virtud de que nuestra carga genética y nuestras mejores ideas seguirán vivas aún después de morir. Todos los hombres y mujeres debemos tener presente que somos uno y lo mismo: la Humanidad.



CONOCETE A TI MISMO Y CONOCERAS A DIOS

Conócete a ti mismo y conocerás a Dios. Sin importar el mar de determinismos en que navega tu libertad tienes el poder para crear y recrear los fenómenos naturales, para inventarte a ti mismo, para dar significado y sentido a todo cuanto existe y no existe. Eres en explorador del mundo sensible y suprasensible. Eres un ser divino que forja su divinidad en la convivencia con sus semejantes, reconociéndose recíprocamente la misma dignidad y derechos.

Desde el principio de la historia del pensamiento humano se ha hecho mención a leyes naturales correlativas a la naturaleza humana. Estas eran descubiertas por los seres humanos por medio de la razón y las asumían racionalmente como guías de su comportamiento. Lo normal era ajustar el comportamiento a las exigencias de la naturaleza humana para lo cual era fundamental identificar las dimensiones y rasgos de ésta.
Uno de los saberes más importantes que debe hacer suyo todo ser humano es el conocerse así mismo. Identificar no sólo las características que comparte con sus congéneres (razonamiento, libertad, creatividad, historicidad, etc.) sino también aquellos rasgos que lo hacen único e irrepetible (pensamientos, sentimientos, potencialidades, actitudes, aspiraciones, etc.). Cuando un ser humano se conoce así mismo y actúa congruentemente es capaz de poner en práctica el valioso mensaje que trajo al mundo el célebre filósofo y filántropo judío llamado, Jesucristo: "Amaos los unos a los otros".
El amor es un sentimiento sublime que mueve a quien lo experimenta a estar dispuesto a dar lo mejor de sí mismo para construir la felicidad del otro. De lo que podemos desprender que si amas a tus padres, hermanos, vecinos, trabajadores, etcétera, sabrás dar lo mejor de ti mismo (Cariño, afecto, compresión, respeto, solidaridad, confianza, etc.) Para construir su felicidad. Después de todo, todos somos uno y lo mismo: La humanidad.

SOY UN SER LIBRE

Esta característica de nuestra naturaleza humana se expresa en el mundo sensible en el poder para elegir, entre construir o destruir, entre lo positivo y negativo, entre lo conveniente o lo inconveniente, ente lo malo o lo bueno. Como todos los rasgos de nuestra naturaleza humana están íntimamente ligados y se actualizan de manera complementaria, la razón nos ayuda a decantarnos por lo que nos perfecciona. El ser humano que ha conquistado su libertad y potenciado su capacidad para razonar elegirá siempre de acuerdo con las exigencias de la naturaleza humana. El ser humano racional y libre sabe que con cada elección se está construyendo a sí mismo como el que está destinado a ser y no se queda atrapado en los estratos de la animalidad en que nació.

Desde mi perspectiva, dejarse llevar de la mano está bien para un párvulo, pero no para un adolescente o un adulto que cuando menos haya gozado de la educación básica. En ninguno de estos dos casos, es aceptable reproducir ciegamente pautas de comportamiento, por qué así lo dispone un líder, un legislador, un pastor, un amo, un sabio, un banquero, etc., sin hacer una ponderación sobre su pertinencia o impertinencia. La educación básica nos permite conocernos a nosotros mismos, tener conciencia de nuestros valores, de nuestro potencial, de la necesidad de relación con los demás y de la necesidad de asumir la responsabilidad de nuestros actos y decisiones, Debemos aceptar, lo bueno, lo conveniente, lo correcto, lo positivo y lo justo, pero también debemos rechazar asertivamente todo aquello que atente contra la dignidad humana.
Todos los seres humanos tenemos el poder de elegir entre: construir y destruir, entre lo correcto y lo incorrecto, entre lo positivo y lo negativo, entre lo malo y lo bueno, pero aquello que elijamos debe hacer mejores seres humanos. Cada acto debe permitirnos liberarnos de nuestra animalidad y asumirnos como los seres racionales que somos. La capacidad de elegir nos permite construir nuestro propio destino, el cual siempre será compartido con nuestros semejantes.
Los seres humanos, todo el tiempo estamos inmersos en la realidad: viendo, oliendo, oyendo, sintiendo, etc., si algo o alguien nos neutralizara o sofocara alguno de estos sentidos, sin duda alguna, trataríamos de repeler cualquier impedimento de estas funciones vitales. En el caso de la libertad, existen instituciones que pretenden moldear nuestro carácter, sin promover, antes que nada, la conquista de la libertad y su ejercicio responsable e informado. En lugar de esto, se adoctrina a las masas para comportarse como verdaderos autómatas, sin que la población racional crítica haga algo eficaz por cambiar este estado de cosas que, a todas luces, constituye un verdadero atentado en contra de la dignidad humana. El secuestro de la libertad puede crear un aparente orden en el que los seres humanos alcanzan su desarrollo y realización, pero en realidad sólo se trata de una simulación. Todo ser humano debe aprender a ejercer su libertad de manera responsable y dejarse de creer que necesita de la experimentada guía de un amo, un líder, un legislador, un sabio o un pastor que lo conduzca por el maravilloso camino de la vida poniéndole banderitas rojas o verdes. Todos debemos aprender a elegir y responsabilizarnos de las consecuencias de nuestros actos. Después de todo, todos somos uno y lo mismo: La Humanidad.

SOY UN SER RACIONAL

Este rasgo se manifiesta en el poder para descubrir las relaciones de causalidad que provocan estabilidad o cambios en el universo.
La razón faculta al hombre y la mujer para descubrir su naturaleza humana y deducir de ella las leyes naturales que le sirven de guía a su comportamiento.
La razón es inteligencia innata que se manifiesta en los seres humanos desde sus primeros meses de vida y se potencia y perfecciona de manera continua hasta el fin de sus días. Nos permite saber cuáles van a ser los resultados, en el mundo sensible, de una elección. Gracias a la ayuda de nuestros congéneres no tenemos que empezar desde cero para encontrar respuestas a los miles de porqués que nos asaltan desde la niñez y a lo largo de toda nuestra vida.

NATURALEZA HUMANA

La naturaleza humana es un conjunto de características y rasgos que potencialmente poseemos todos los seres humanos y que nos diferencian de los demás seres vivos. Esta se manifiesta en ciertas inclinaciones predominantes en la actuación de los seres humanos, que si bien no se repiten de manera indefectible si nos rebelan ciertas preferencias o actuaciones comunes al ejercer el poder de elegir. Estas preferencias tienen como referente las leyes naturales implícitas en los rasgos de nuestra naturaleza humana y son descubiertas por nosotros mismos y con la ayuda de nuestra inteligencia innata o sentido común y más fácilmente con la ayuda de nuestros semejantes.
Aunque los rasgos de la naturaleza humana se actualizan de manera conjunta y complementaria a continuación los presentamos por separado sólo por fines de estudio.
Los rasgos de nuestra naturaleza humana son los siguientes:

MI COSMOVISIÓN

El Cosmos está estructurado por una compleja red de relaciones de causalidad. Existen relaciones de causa a efecto entre fenómenos físicos, químicos, biológicos; en general cuánticos, mismos que el ser humano sólo es capaz de percibir de manera relativa.
El ser humano usando la razón (por medio de la inducción y la deducción) puede descubrir y establecer principios científicos de éstas relaciones de causalidad, y utilizarlos en la consecución de sus propósitos. Estos principios le dan forma y sentido a la naturaleza permitiéndonos saber lo que es normal o anormal. Solamente contemplando el universo a la luz de la causalidad es como se justifica la existencia del raciocinio humano. Sin causalidad ni regularidad fenomenológica, todo sería un caos en el que ni siquiera el ser humano, en el nivel de evolución en que se haya actualmente, sería capaz de encontrar un orden y un sentido.
En la naturaleza humana, como parte integrante del cosmos, también subyacen principios o leyes naturales que deben ser descubiertos por el ser humano y utilizados como guía para su comportamiento, desarrollo y realización humana.
En el actuar humano las regularidades no son fatales ni mecánicas, pero parten de una estructura lógica común a todos los seres humanos. En determinadas acciones sociales es posible establecer relaciones de causa a efecto. Al igual que existen relaciones causales entre los fenómenos físicos, biológicos y químicos, también hay vínculos causales en la conducta social del hombre. Si no pudiéramos prever los comportamientos de otros seres humanos nuestras relaciones serían imposibles. Aunque el actuar humano se guía por los principios racionales inherentes a la naturaleza humana en ocasiones se mezclan con las pasiones y los instintos derivándose actos irracionales que dañan a la humanidad.
Ante la necesidad que tienen un gran número de seres humanos de descubrirse a sí mismos y ser lo que realmente les corresponde ser, y ante el riesgo que corre la humanidad de extinguirse si no logramos neutralizar los comportamientos contrarios a las exigencias de nuestra naturaleza humana, y partiendo de la premisa de que toda sustancia tiende a conservar su propio ser, Daemonion, destina este humilde esfuerzo para ayudar a sus hermanos a conocerse a sí mismo.